Caput IV: Descubriendo misterios


Vohim al reconocer que se encontraba en otro sitio. Su mente le avisa que no está en un mundo conocido, alguien lo llamó y sin cuestionarse se dirigió a ese lugar y se cuestiona ¿En dónde estoy? — El cielo es de color azul mezclado con violeta, también contiene nubes, pero no son como las de Smŭntjvmp, estas contienen formas de símbolos irreconocibles.

 

"Ven, mi valiente Bransg[1]", resonó en el aire. La brisa en el ambiente abraza la armadura y se observa electroestática sobre ella. También se observan caminos llenos de luces en sus bordes, rellenos de césped. Luego que Vohim examina con su vista y experimenta el mundo en el que se encuentra, ve a lo lejos a alguien familiar.

¡Amigo, Vabzir! —Exclamó sin dudar.

Pero... ¿Qué haces aquí, Sap'Vir? Digo... Vohim, mi señor. —Mientras le saluda al estilo Prœliātor—.

Me han llamado e inconscientemente he llegado hasta aquí. ¿Qué es este lugar, Vabzir?

Aquí es donde Ultrā vive, Vohim. Si estás aquí es porque te ha llamado. Estoy seguro de que al sentir la voz, tu mente sintió la dimensión y teletransportaste tu cuerpo. ¿Acaso no sabes manejar tus poderes aún?

No, aún no lo sé. Hace unas horas pasaron tantos eventos que ya ni entiendo lo que está sucediendo a mi alrededor, parece que siempre encuentro saltando entre el tiempo y espacio aleatoriamente. Pero... ¿Qué estoy diciendo? ¡Ni siquiera sé qué es eso!

Ahora sí lo sabes. —Le contesta Vabzir dándole un empujón hacia adelante para que avance hacia un camino que pronto se aclararán ciertas incertidumbres—. Ven, vamos a visitar a nuestra Sancta Māter[2] —le invita con una sonrisa.

 



[1] [Enoquiano] Bransg: Guardia (es una clase de guerrero celestial muy antiguo).

[2] [Lat.] Sancta Māter: Santa Madre.