Caput II: Sancta Sanctōrum


       Cuando todo empezó a sentirse muy extraño, luego de 350 años sin haber temblores como este hace muchísimo tiempo. Las personas empezaron a preocuparse ante tal suceso que no pudo haber ocurrido —según las palabras del arcānus y los Mājestātis— en 70 años. El silencio no gobernaba en la ciudad, se siente aflicciones por cada lugar que se transite. Las casas se han empezado a verse completamente diferente al hermoso Altium que tenían. Las puertas caídas, las ventanas con sus cristales rotos, los animales domésticos como los hipocanes Seepess y los ornifélidos Rere sienten temor y se mantienen a salvo bajo la fuente de fuego que sigue estable. Los Prœliātoris calman a los Ul'Ki con psyvibriti. La población ha empezado a sentirse entre penumbras... ¿Qué ha hecho este derrumbe en la ciudad? ¿Qué ha pasado bajo las montañas?

¡Pueblo de Altium, no se alarmen! —Trata de calmar el Loquax'Enkĭus—. Sabemos que se han lastimado seres, perdidas sus pertenencias, aunque haremos lo posible juntos para investigar y ayudarnos. Enkĭus ha dicho que nos entendiéramos entre todos, y creemos que este es uno de esos momentos.

 

El Prœliātor Calz se levanta y da un salto creando una luz hasta llegar al lugar del Loquax'Enkĭus, su resplandeciente camino óptico que se ve es igual a una estrella cayendo al planeta. Al tocar el suelo, sus pies hacen el mismo sonido de los truenos. Mientras la armadura brilla, no sabes distinguir si es un ser divino o el mismo Prœliātor.