Caput III: Vohim


Observando al asombroso objeto recién llegado a Smŭntjvmp, la tierra va dejando su temblor tan apaciguamente. El elegido siente atracción hacia ese señuelo que ha atrapado a su alma.

 

¡No se les acerquen! —Exclama Virq mientras la fuerza ajena lo impulsa—.

Las armaduras de los Prœliātoris empiezan a atraerse hacia ese objeto que todavía no se puede ver cuál es su figura interna, ya que brilla con gran intensidad en color esmeralda. Cada Prœliātor se ha colocado alrededor de ese objeto luminoso por fuerza involuntaria, y acto seguido de unos minutos que los guerreros se han mantenido en pie ante ello, surge lo inesperado...

¡Es una armadura esmeralda! ¿Cómo es posible que algo así cayese desde arriba? ¿Quién la ha enviado? ¿Por qué aparece en este tiempo? 

¿Qué está sucediendo? ¿Por qué no podemos movernos? —Vovim nervioso por sus músculos inmovibles. Al mirar a su derecha ve que Sap'Vir empieza a acercarse.

¿Qué haces, Sap'Vir? ¡Regresa! —Le grita un Venetăuro.

Debo ir, me está llamando, —responde sin mirar atrás— algo está diciéndome que vaya.

Cuando se le acerca, la armadura empieza a crear un gran círculo que rodea hasta a los Prœliātoris.

¡Regresa! —Vovim advierte—. No es seguro. ¡Regresa, Sap'Vir!

—¡No puedo, algo está llevándome hacia eso!

 

 

Alrededor de unos segundos, la armadura emite un sonido grave que hace temblar la tierra. Lo cual esta misma se desune en un círculo y empieza a levitarse.